lunes, octubre 11, 2010

Dicen que la distancia....

Vaya por delante que estoy contra el terrorismo y los terroristas; que me parezco a un antisistema lo que Belen Esteban a una mujer con glamour; y que no pretendo ser el defensor de causas perdidas al estilo Willy Toledo, menos aún cuando éstas se refieren a asesinos.

Todo esto porque hace un par de semanas me sobresaltaba al pillar el periódico y ver en portada esta foto bastante desagradable.

La foto de este macabro morcón corresponde al cadáver de un líder guerrillero colombiano de las FARC, abatido por los servicios de inteligencia del gobierno democrático de Colombia tras meterle al pieza un dispositivo de localización en unas botas ortopédicas y dispararle un misil directamente a las mismas.Últimamente los servicio de inteligencia colombianos han aprendido artes de los isaraelíes que nos tenían acostumbrados a tratar de un modo parecido a los terroristas palestinos. Será que la globalización también va de esto, globalizamos el terrorismo y también los modos de ir contra ellos.

El pieza era un tío que respondía al apodo del "Mono Jojoy", apodo que ciertamente te predispone para triunfar en Pressing Catch y no para ser un literato de culto, a pesar de la foto ilustrativa de la izquierda y su aportación al "nuevo" español. Entre sus credenciales estaba la de ser jefe de una división del grupo terrorista de las narcoguerrillas de las FARC, por lo que también era narcotraficante, secuestrador, ladrón y parece ser que bastante sádico con sus víctimas.

Sin embargo de lo que quería hablar era de lo que ya más o menos anticipaba en mi primer párrafo. Para una generación de españoles que hemos crecido en la etapa de actuación de los GAL y su posterior descubrimiento periodístico; que vimos positivo el enjuiciamiento de los responsables operativos y políticos de la trama y que nos convencimos de que no había atajos; que luchar con sus medios deslegitimaba la posición de los que se apoyaban en la democracia y que la Guerra sucia , de existir, que seguro que existe en muchos otros ámbitos, cuando menos tiene que estar bien hecha; nos choca, se hace difícil digerir y más aún defender esta actuación del gobierno de Colombia, la forma en que es jaleado más o menos explícitamente por los bienpensantes gobiernos demócratas europeos y que esto sea vendido como un éxito de la democracia frente al terrorismo.

Cierto es que ya estamos acostumbrados a las actuaciones polémicas de Israel, alguna calificada como "brillante" en medios europeos, como aquella similar a la colombiana en la cual le metieron un misil en el coche al líder de Al-fatah utilizando su móvil para posicionarlo o aquella con supuestos espías británicos que eran en realidad israelíes cubiertos por el gobierno británico. O las guerras en el tercer mundo más o menos legales ( que no voy a lo Bardem por la vida) para combatir el terrorismo, que hacen que ande medio occidente penando desde hace años en Afganistan e Irak, alimentando la corrupción local y con bajas cada vez más difíciles de justificar a este lado.

Sin embargo , acciones como la de los GAL en España,los líderes del IRA abatidos en Gibraltar por la Thatcher, o el barquito de Greenpeace hundido por los franceses han tenido sus consecuencias en Europa y cuando menos, han generado controversia y removido conciencias.

Por el contrario, las acciones del gobierno de Colombia contra el fulano este , al igual que la anterior contra el "Tirofijo", han sido aceptadas sin rechistar por los gobiernos de Europa y han sido la base para que el anterior ministro de defensa colombiano haya arrasado en las elecciones de ese país.

Da miedo extraer conclusiones, pero parece que en Europa nuestra moral depende de la distancia a la que ocurran las cosas, y algo que está mal y es deleznable en las afueras de Londres ,es un éxito y algo brillante a las afueras de Kabul, Medellín o Mombasa.

Luego está el asunto de la foto, en portada en todos los medios, al menos los españoles. Esta foto es pública ya que el gobierno de Colombia lo quiere, como método ejemplarizante y a la vez publicitario, ya que como hemos dicho el fin es bueno y no importan los medios.

Aquí parece que la regla es que se puede publicar cualquier foto de cadáver siempre que el muerto sea un cabrón hijodeputa, o que el fiambre desconocido pille a miles de km, sea del tercer mundo y de este modo sus familiares no puedan querellarse contra el periódico ni la agencia de prensa.

Así hemos tenido primeros planos de Sadam colgado cual Jabugo,Mussolini y su señorita como bacalaos al sol, o Ceaucescu, Tirofijo y el narcotraficante Pablo Escobar como participantes del tiroteo final de una de Tarantino. Tampoco es raro ver que en catástrofes, accidentes, actos terroristas o tiroteos del tercer mundo no existe ningún tipo de escrúpulo a la hora de mostrar cadáveres de seres anónimos. Por ejemplo, los muertos por el narcotráfico en México , alineados al sol; por no hablar de la época de luchas étnicas en Ruanda donde llegaron a publicar una foto de un ave carroñera despachándose un ser humano.

Sin embargo, cuando el fiambre es del primer mundo, aparece convenientemente tapado por la manta metálica o metido en la caja con una bandera por encima. Y si hay que publicar una foto impactante, algo realmente duro, nada mejor que un animal doméstico como este en la catástrofe de Hungría

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