Siempre ha existido la teoría de que había peñas del Athletic y gallegos hasta en el último rincón de la tierra.
Incluso un grupo llamado “Zapato Veloz”, los del tractor amarillo si no recuerdo mal, llegó a teorizar sobre que había un “gallego en la luna”, eso sí, una luna habitada por marcianos, pero tampoco vamos a ponernos puristas con la letra de este himno verbenero.
Pues bien, desde hace años las autonómicas se dedicaron a constatar este hecho haciendo sus respectivos “Gallegos”, “Andaluces” o “Madrileños por el Mundo”. Coincidiendo con la crisis de ideas para la Televisión y el inicio de la fiebre por los programas de reporteros dicharacheros, tipo “Callejeros”, “España Directo” o “ Comando Actualidad”, TVE se hizo con un programa de estos de buscar españolitos por el mundo, mitad guía turística del lugar, mitad aprovecho la ocasión para saludar a mi tía Conchita del Ferrol.
Esto nos ha permitido descubrir que hay 2 grandes grupos de españoles por el mundo (bueno o madrileños, porque ya no sé cuándo veo uno y cuándo otro) . El primer grupo es el formado por expatriados de primera, braguetazos de Champions, aventureros de bien y cocineros con suerte.
Los primeros son trabajadores de empresas españoles que se van al extranjero, con unas dietas estratosféricas y que por tanto viven de primera aunque estén en países de segunda o tercera. Ojo con estos, porque empiezan a vivir como si fueran el consejero delegado de la empresa, viven en casas con TV de plasma que en España sólo existen en La Finca y en las Barranquillas ( por diferentes motivos), piscinas infinity que se funden con el mar( nuevo concepto ineludible en hotel de la modernez) y más pronto que tarde se tienen que volver a España a su pisito de San Chinarro. Y ojo con ese jefe en España que ve a su empleado viviendo mejor que él a costa de la pasta que él mismo le paga, alguno va a volver el mes siguiente a salir en la tele.
Los segundos son gente que se han casado con el rico del lugar y viven en casas imitación de la Casa Blanca y que básicamente salen para dar que hablar a la tía Conchita y sus vecinas. En el siglo pasado, los indianos, tenían que volver al pueblo y hacerse una casa grande. Ahora no hace falta, sales en “Españoles por el Mundo” enseñando tu casa con gimnasio y consigues el mismo efecto.
También forman parte de este primer grupo aventureros en sitios idílicos o paisajes espectaculares, tíos por los que te cambiarías un mes, no más, que algunos sitios son muy bonitos pero muy cabrones para vivir. El último tipo, muy frecuente por lo que he visto, es el de cocinero con suerte. Se ve que por esos mundos de dios si cortas un poco bien el jamón, haces un buen chuletón y un bacalao al pil-pil tipo medio, y abres un “Tapa´s Bar”, te forras. Es increíble el número de españolitos forrados con sus Tapa´s Bar.
Sin embargo existe un segundo grupo, el que da título al post , en el que se encuentran profesores de buceo, cantantes flamencos, lavaplatos, profesores de español, cooperantes y vendedores de mercadillo que cuando los ves por esos mundos de dios, te dan ganas de mandar a los cascos azules y traértelos para España de nuevo.
Paradigma de lo que digo fue el programa de esta semana en Edimburgo, donde salvo una pareja que regentaba un hotelito, el resto malvivía de mercadillos, ayudas sociales del gobierno británico y en el súmmum de lo friki uno trabajaba como guía turístico de la “Ruta de los Fantasmas”. Todos se afanaban en mostrar las tiendas de Charity, las tiendas de ropa de segunda mano, y alguno estuvo a punto de enseñar el banco donde ha dormido alguna noche. Vamos que estuvimos a punto de pasarnos a “Callejeros” , así como sin darnos cuenta.
Respecto a lo que se ve en este tipo de programas 4 conclusiones:
1- Lo de nadar entre delfines, ver ballenas y andar por un glaciar está al mismo nivel de originalidad turística que el hacerse una foto sujetando la torre de Pisa
Incluso un grupo llamado “Zapato Veloz”, los del tractor amarillo si no recuerdo mal, llegó a teorizar sobre que había un “gallego en la luna”, eso sí, una luna habitada por marcianos, pero tampoco vamos a ponernos puristas con la letra de este himno verbenero.
Pues bien, desde hace años las autonómicas se dedicaron a constatar este hecho haciendo sus respectivos “Gallegos”, “Andaluces” o “Madrileños por el Mundo”. Coincidiendo con la crisis de ideas para la Televisión y el inicio de la fiebre por los programas de reporteros dicharacheros, tipo “Callejeros”, “España Directo” o “ Comando Actualidad”, TVE se hizo con un programa de estos de buscar españolitos por el mundo, mitad guía turística del lugar, mitad aprovecho la ocasión para saludar a mi tía Conchita del Ferrol.
Esto nos ha permitido descubrir que hay 2 grandes grupos de españoles por el mundo (bueno o madrileños, porque ya no sé cuándo veo uno y cuándo otro) . El primer grupo es el formado por expatriados de primera, braguetazos de Champions, aventureros de bien y cocineros con suerte.
Los primeros son trabajadores de empresas españoles que se van al extranjero, con unas dietas estratosféricas y que por tanto viven de primera aunque estén en países de segunda o tercera. Ojo con estos, porque empiezan a vivir como si fueran el consejero delegado de la empresa, viven en casas con TV de plasma que en España sólo existen en La Finca y en las Barranquillas ( por diferentes motivos), piscinas infinity que se funden con el mar( nuevo concepto ineludible en hotel de la modernez) y más pronto que tarde se tienen que volver a España a su pisito de San Chinarro. Y ojo con ese jefe en España que ve a su empleado viviendo mejor que él a costa de la pasta que él mismo le paga, alguno va a volver el mes siguiente a salir en la tele.
Los segundos son gente que se han casado con el rico del lugar y viven en casas imitación de la Casa Blanca y que básicamente salen para dar que hablar a la tía Conchita y sus vecinas. En el siglo pasado, los indianos, tenían que volver al pueblo y hacerse una casa grande. Ahora no hace falta, sales en “Españoles por el Mundo” enseñando tu casa con gimnasio y consigues el mismo efecto.
También forman parte de este primer grupo aventureros en sitios idílicos o paisajes espectaculares, tíos por los que te cambiarías un mes, no más, que algunos sitios son muy bonitos pero muy cabrones para vivir. El último tipo, muy frecuente por lo que he visto, es el de cocinero con suerte. Se ve que por esos mundos de dios si cortas un poco bien el jamón, haces un buen chuletón y un bacalao al pil-pil tipo medio, y abres un “Tapa´s Bar”, te forras. Es increíble el número de españolitos forrados con sus Tapa´s Bar.
Sin embargo existe un segundo grupo, el que da título al post , en el que se encuentran profesores de buceo, cantantes flamencos, lavaplatos, profesores de español, cooperantes y vendedores de mercadillo que cuando los ves por esos mundos de dios, te dan ganas de mandar a los cascos azules y traértelos para España de nuevo.
Paradigma de lo que digo fue el programa de esta semana en Edimburgo, donde salvo una pareja que regentaba un hotelito, el resto malvivía de mercadillos, ayudas sociales del gobierno británico y en el súmmum de lo friki uno trabajaba como guía turístico de la “Ruta de los Fantasmas”. Todos se afanaban en mostrar las tiendas de Charity, las tiendas de ropa de segunda mano, y alguno estuvo a punto de enseñar el banco donde ha dormido alguna noche. Vamos que estuvimos a punto de pasarnos a “Callejeros” , así como sin darnos cuenta.
Respecto a lo que se ve en este tipo de programas 4 conclusiones:
1- Lo de nadar entre delfines, ver ballenas y andar por un glaciar está al mismo nivel de originalidad turística que el hacerse una foto sujetando la torre de Pisa
2- Hay que hacer muchos kilómetros para encontrarte aguas con el mismo color azul que las de Menorca
3-Las españolas tienen mucho éxito por ahí fuera y sin los Erasmus este tipo de programa no existiría
4- Con el dinero que me gasté en mi casa de Madrid me podría haber comprado una casa con jardín y piscina infinity en Nueva Zelanda, y tardaría sólo un poquito más en llegar a mi trabajo cada mañana.
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