jueves, junio 30, 2011

Candidatos

Estos son un mexicano, una francesa y un judío americano reconvertido en Israelí que optaban a sustituir a un francés de bragueta rápida. No, no es un chiste.

Sí, los 3 tipos de aquí a la izquierda eran los candidatos a sustituir al señor Strauss-Kahn, que a pesar de sus apellidos ni ha destacado por los valses, ni por hacer vaqueros etiqueta roja, ni por ser portero de Alemania, sino en último término por tratar de extender los servicios ofrecidos por su hotel 5 estrellas de NY más allá del mueble bar y entender que la lavandería incluía la de su sable.

El Peter Griffin de la izquierda parece una de esas boas que en los documentales de La2 se comen un cerdo, así enterito, y lo van digiriendo durante los días siguientes . Este se debe haber zampado a otro par de competidores por el cargo, a Stewei, Lois , Chris y el perro. Es el candidato de los países emergentes , presidente del Banco de Mexico, y desde luego que su imagen vendría muy bien para los chistes de capitalistas de Forges y El Roto, sobretodo si Botín le hace llegar un par de esos tirantes rojos que se gasta.

Un inciso: una de las situaciones más vergonzosas que estuve a punto vivir fue la de llevar un regalo de empresa consistente en un cinturón a un director del cliente muy, muy gordo y al que claramente no le iba a servir. Afortunadamente fue otro compañero al que le tocó vivir la bochornosa situación de regalarle un cinturón claramente insuficiente a dicho señor. Normal que no vendiéramos ni un paquete de pipas a aquella dirección. El porqué de este regalo tan "loser" es que para no herir susceptibilidades en función del nivel del cargo se le regala a todos lo mismo, y ese año a los de dicho nivel tocó el arriesgado cinturón.

El de la derecha, el israelí/americano, tiene el problema inverso a su compañero de batalla. Es de esos tipos que come una manzana y una ensalada y tira todo el día. Tiene la cara típica y tópica que le permitiría representar al Shylock del Mercader de Venecia sin atrezzo. O también podría ser el psicoanalista de NY que trata a Woody Allen, ese profesor Levy de "Delitos y Faltas", que dejó la nota al suicidarse de "He salido por la ventana" .

Uno se imagina a ambos , juntos por un pasillo y no puede dejar de pensar en Laure y Hardy, al mando del FMI nada menos.

Por eso, la elegida ha sido la mujer del centro, esa Chavela Vargas de los Campos Elíseos, más de Martini que de Tequila y con un moreno de la Costa Azul menos ajado que el de la mexicana. Se ve que Sarko manda bastante.

España, que ya tuvo en ese retiro dorado a Rato, ha perdido una gran ocasión presentando al dicharachero Moratinos a la FAO y no al FMI. Vale que nuestras últimas experiencias en votaciones internacionales, ya sea Eurovisión, las Olimpiadas , la propia FAO o la Ryder no son positivas, pero creo que el afable abuelete habría tenido su punto al mando de los dineros mundiales. O mejor aún Chaves, ¿ Os imagináis sus ruedas de prensa?

Hemos dado 100 mil "minolles" de dólares a Grecia..

Una lástima

miércoles, junio 15, 2011

Paseando a Miss Daisy

Yo tuve ciertas dificultades en aprobar el teórico de conducir, por eso de buscarle 3 pies al gato a las dichosas preguntas tipo test, buscando dobles sentidos y trampas a cosas que sólo tienen un sentido. Bueno, uno, dos, las dos anteriores o ninguna de las dos anteriores.

Superado el trauma, mi debut, olemishuevos, se produjo en el trayecto Salamanca - Hoyos del Espino un domingo de esos que íbamos a patear a Gredos. Tengo un especial recuerdo del endiablado tramo Barco de Ávila - Hoyos, donde en 30 km tenías exactamente 4 tramos de 300 metros como única posibilidad para adelantar con mi Ibiza 1.2 SL. Pues en ese tramo lleno de curvas debuté y realicé mi primer adelantamiento a un camión de ganado que iba a 30 km/h pero tocando indistintamente la tierra de la cuneta de la derecha y la línea blanca de la cuneta de la izquierda.

Luego fui madurando mi conducción en Salamanca hasta que en el año 99, con 6 años ya de carnet y una conducción consolidada aunque con un punto de inconsciencia con respecto a la velocidad, llegué a Madrid. La llegada a Madrid para alguien de provincias siempre es traumática.

Te pierdes mil veces y llegas a aprenderte las rutas de memoria, siendo una tragedia cuando tienes que ir a un sitio nuevo, más si encima es a una de esas urbanizaciones con casas milimétricamente iguales de Las Rozas, o cuando la calle por la que sueles ir está cortada; te pasas de las salidas de M40 y M30 otras tantas, viendo pasar tu salida en la vía de servicio cuando tú vas 5 carriles más a la izquierda; te metes en rotondas de 6 carriles cruzando milagrosamente todos ellos sin coincidencias en el espacio tiempo con otros coches que entran y salen a la misma.

Pero después de pocos meses, tu conducción cambia, ya te cambias de carril sin esperar a que te dejen, y te cuelas en las vías de acceso colapsadas en el último momento. Te conviertes en lo que en Salamanca viene a calificarse peyorativamente como "Conduces como un madrileño".

Pero tú de esto no tienes consciencia hasta un poco más tarde. Es cómo lo del acento de Salamanca, que llevas 25 años viviendo allí y no lo notas, pero te vienes a vivir a Madrid y el tercer fin de semana que vuelves a ver a la familia empiezas a darte cuenta del " hemos ido pahí un rato" y el "¿Qué paaaaasa?".

Pues eso, que ahora cuando voy a Salamanca flipo con la conducción de la gente de Salamanca (entiéndase que el tipo medio, que los del tunning en Salamanca son como los de todos los sitios). La primera cuestión a destacar es el uso de los carriles en aquellas con más de uno por sentido. En Salamanca sólo se usa el carril de la derecha, y no es una cuestión ideológica.

El carril de la izquierda queda para ambulancias y los madrileños. Mi teoría evolutiva tiene que ver con el hecho de que en Salamanca no han existido autovías durante millones de años (los primeros km de autovía son de finales de los 90), por lo cual el carril de la izquierda se sigue asociando al sentido contrario, es decir les acojona el pensar que si van por el de la izquierda les pueda aparecer un coche en sentido contrario. Supongo que cuando pasen un par de generaciones esto irá cambiando, pero de momento, cuando te vayas acercando a una rotonda o un semáforo, verás una bonita caravana en el carril de la derecha y un carril izquierdo limpio.

Y aquí llegamos a otro punto, las rotondas. En salamanca tenían que haber retirado el carnet a todo el mundo cuando se construyó la primera rotonda y repetir el examen práctico con especial hincapié en las rotondas. Evidentemente, en las rotondas de más de un carril, el carril de acceso de la izquierda está siempre limpio y el interior está para hacer turismo y poder observar con mayor detenimiento las horrorosas estatuas que han colocado en el centro de las mismas.

Por otro lado, los diseñadores de rotondas en Salamanca han inventado una nueva forma de rotonda, seguramente confabulados con la patronal de chapistas provincial. En Salamanca, la mayoría de rotondas tiene menos carriles interiores que carriles de acceso. Es decir, las avenidas de 3 carriles tienen rotondas con sólo 2 carriles. Como podéis imaginar los efectos de estas combinaciones son muy fructíferas para el sector de chapa y pintura local.

Pero además es que en Salamanca se ha roto con el paradigma de que una rotonda hace más fluido el tráfico. Además de los efectos de alinearse sólo en el carril de acceso a la derecha, y olvidando el hecho de que de repente te desaparece un carril al acceder a la rotonda, el salmantino cuando llega a una rotonda no accede directamente a ella: para, mira a izquierda y derecha(esto por si hay algún suicida en sentido contrario). Si no hay nadie en la rotonda accede, si hay alguien en algún punto de la rotonda, aunque esté lejos, espera.

Esto ha provocado que curiosamente se hayan puesto de nuevo semáforos para regular los accesos a las rotondas, cuestión creo que única en el mundo, y de este modo asegurar que el salmantino cuando llega a la rotonda no se encuentre a nadie dentro. Es decir, hemos sustituido un semáforo por una rotonda, para luego volver a poner un semáforo manteniendo la rotonda. Ejemplo sin par de eficiencia y lógica.

Otro punto significativo de la conducción a la salmantina es el paso por el semáforo. Un salmantino que ve un semáforo en verde no acelera para pasar, frena para ajustar su paso con el cambio a ámbar y que de este modo el de atrás tenga que pasar en rojo o quede cortado en el semáforo. Es realmente desesperante.

Pero más aún es la salida cuando se pone en verde el semáforo. El salmantino cuando se pone en rojo el semáforo, no se limita a parar sino que saca la marcha y echa el freno de mano aun cuando no haya pendiente. Cuando se abre de nuevo el semáforo, se asegura que han pasado los coches de la vía perpendicular, quita freno de mano, vuelve a asegurarse, mete la marcha y sale tranquilamente no sin antes asegurarse que no hay nada que impida su salida.

Cuando estás el segundo en la parrilla de salida, desespera, pero te vas preparando y sales casi inmediatamente después de que arranque el de la pole. Cuando eres el séptimo en la cola, ves cómo cada uno de los 6 que te preceden no inician el proceso hasta que ha arrancado el que tienen delante. Luego muy probablemente, el sexto sea capaz de llegar a salir cuando el semáforo ya se torna en ámbar y tú probablemente te quedes en la pole.

Pero la gota que puede colmar el vaso de la paciencia, es si a lo anterior le añades que el tío que va en uno de los coches que te precede, en el momento de arrancar ve a un conocido entre los peatones que están esperando a pasar el semáforo o en el coche que viene en sentido contrario y que ya ha empezado a pasar. Esto, casi imposible en una ciudad como Madrid, es muy común en ciudades como Salamanca. Y nada, que el tío, olesushuevos, baja la ventanilla, saca la marcha, pone freno de mano y comienza una conversación tal que así:

- Eahhh !!! Qué paaaasa ?
- Na, paquí dando una vuelta
- Bueno, pues a ver si quedamos pahí un día
- Mu bien. Te llamo si eso un día

Sube ventanilla, mete marcha, quita freno, semáforo ya en ámbar, él pasa acelerando cuando ya está en rojo y tú te quedas en la pole acordándote de tus queridos atascos en la M30.

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