No, la noticia que
heló la sangre de Europa fue que los fondos para las becas Erasmus se habían
acabado. Chispún, c’ est fini,
arrivederci, auf widersen, good bye, hej dà, γειά, au revoir
Y es que si hay algo que ha unido a los pueblos europeos, no
ha sido el euro ni el Festival de Eurovisión, que muy al contrario lo que ha
hecho ha sido crear grupitos de países: los bálticos y los antiguos yugoslavos que se votan entre sí, los alemanes que votan a los turcos y los ibéricos que cruzan penas; no, lo que
realmente unía y vertebraba Europa, por cierto bonito palabro muy de político
europeo, eran las becas Erasmus. Lo que no consiguió el imperio Romano, ni
Hitler, ni el imperio austro-hungaro lo consiguieron unas becas pensadas por
algún burócrata gris en algún frio despacho de Bruselas.
Difícilmente este tipo gris tuvo una juventud
universitaria como la que ha facilitado a una buena porción de estudiantes
europeos estos años.
Para empezar, y por norma general, hay que decir que estas
becas era un coladero para aprobar las asignaturas chungas de algunas carreras.
Veías 3º de Físicas con su Cuántica, su
Estado Sólido, su Electromagnetismo I y su Óptica, con clases donde la edad
media del alumnado era 5 años superior a la tuya debido a los repetidores ante
este muro infernal, y claro daba ganas de irte un añito a Gröningen o
Düsseldorf.
Allí, con mucho
crédito basado en prácticas de laboratorio y un profesorado blandito con el extranjero, que te daba nota haciendo un trabajo al final
de curso, sacabas un expediente convalidado en el que tu notable era la nota
máxima de cuántica, tu sobresaliente el único de óptica y tu notable en estado
sólido el único aprobado de junio en dicha asignatura.
Os prometo que no exagero, que un colega mío
aprobó una asignatura hueso de económicas por un seminario de una semana
sobre la economía en tiempos de Franco, y
aunque estaba en Núremberg ni siquiera tuvo la dificultad del idioma, que el
seminario fue en español.
Así que volvías en Junio, y mientras tus colegas sudaban la
gota gorda con 3 de las 4 para septiembre , tú traías un expediente con media
de notable alto y además le pasabas por las narices tus hazañas sexuales con
ciudadanas de las 12 estrellas de la Unión.
Y es que no nos engañemos, las becas Erasmus han sido la
gran escuela de desenfreno sexual para muchos españoles que salían, y la
escuela de borrachos para los guiris que venían. Sí, sé que parece una escena
de “El Turismo es un gran invento”, con suecas y holandesas enseñando carne por las calles españolas, pero es que las Erasmus han sido también eso.
Los que nos quedamos aquí, en ciudades como Salamanca, hemos sido más bien testigos de lo segundo y hemos añorado lo primero, aunque el efecto de los que venían en cierto modo también marcó nuestro paso por la Universidad. De hecho, en Salamanca se llegó
a acuñar el concepto “Hacerse un Inter-rail” que significaba enrollarse con una
chavala de cada uno de los países de la Unión. Los más afortunados, entre los
que no me encuentro, llegaron a secuenciar relaciones con una holandesa, una
alemana, una Italiana, una francesa y una americana , que no era Erasmus pero pasaba por allí a dar un curso de español
Los que salían, además de aprobar de un modo fácil y mejorar el paupérrimo nivel hablado de otros idiomas ,han realizado cosas que seguro no estaban en la mente de los burócratas europeos que definieron el programa marco de las Erasmus: conocer las cervezas de trigo y de abadía, e incluso llegar a apreciar la Guiness ; participar en fiestas caseras masivas como las que aparecen en las pelis americanas; aprender tacos en italiano,compañeros naturales de farra de la nutrida colonia española; follar con Islandesas , intercambiar comics con culturetas belgas y hacer amigos griegos; descubrir el falafel y el kebab,y aprender a alternarlos con;la pizza como componentes únicosde su dieta; aprender a patinar en plazas heladas de ciudades centroeuropeas, apreciar la bici como medio de transporte y ver los partidos de tu selección con la bandera pintada enla cara.
Sin embargo, estas becas también han tenido un efecto perverso y es que han sido devastadoras para relaciones estables. Gente que llevaba saliendo desde que tenía 14 años, que ya tenían elegida iglesia y restaurante, que el padre de ella ya arreglaba los váteres del piso que compartían y que ella ya iba de compras con la madre de él , han sido incapaces de superar una beca Erasmus de uno de ellos.
Sólo conozco una pareja que haya superado una Erasmus, porque la otra que teóricamente lo superó y que hoy son un feliz matrimonio con 2 hijos lo hizo tras unos cuernos como los del toro que mató a Manolete durante la estancia de ella con una Erasmus (esto lo sé por una amiga de ella con la que tuvo reveladoras conversaciones al respecto y a punto estuvo de darle la patada a su novio de toda la vida)
Pues bien , todo esto, todos estos grandes beneficios para el I+D+i de los adolescentes europeos, esta gran cantera de Españoles por el Mundo y fuente de futuros mestizajes se nos va por la cloaca de los recortes. Ahora más que nunca cobra sentido el "Era" de su nombre: ¿ Eras Mus? No, no hay mus
Sólo conozco una pareja que haya superado una Erasmus, porque la otra que teóricamente lo superó y que hoy son un feliz matrimonio con 2 hijos lo hizo tras unos cuernos como los del toro que mató a Manolete durante la estancia de ella con una Erasmus (esto lo sé por una amiga de ella con la que tuvo reveladoras conversaciones al respecto y a punto estuvo de darle la patada a su novio de toda la vida)
Pues bien , todo esto, todos estos grandes beneficios para el I+D+i de los adolescentes europeos, esta gran cantera de Españoles por el Mundo y fuente de futuros mestizajes se nos va por la cloaca de los recortes. Ahora más que nunca cobra sentido el "Era" de su nombre: ¿ Eras Mus? No, no hay mus
4 comentarios:
Muy bueno, pero no debería haberlo leído: mi hija viaja este finde a Lyon a visitar a una amiga que está allí de Erasmus :(
Ja,ja, buenísimo.
Hace cinco minutos que una amiga me contaba que el novio de su hija, de Erasmus en Innsbruck ha cogido el tren para ir a ver a su chica, de Erasmus en Pádua, porque lleva regular que ésta comparta piso con dos italianos.
Pues a mi me da penilla que a mi hija no le llegue, miratupordonde.
Me ha encantado! publica más a menudo anda!
MªAngeles
Yo los veo con una insana envidia de no haber ido...en mi clase de 800 debieron ir dos o tres nada más, en cualquier caso que sepais que conozco al unico que hizo el erasmus en suecia seis meses y no pilló.
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